Hasta tu Rute...

Me dispongo a escribir la que será la penúltima entrada de este blog con el alma y los dedos embargados por la emoción...

Aún no me creo que todo haya terminado, que hayas tenido, Virgencita de la Cabeza, un colofón tan bellísimo como ha sido tu Besamanos de hoy, broche de oro para unas Fiestas tan intentas y hermosas como han sido las de 2009.

Nunca viví un 31 de Mayo tan hermoso como este, y es que han sido 24 horas llenas de tu Realeza, esas en las que has bajado desde tus aposentos celestiales hasta los ojos de todos tus hijos.

A las 12 de la noche, a tus plantas, te pedíamos la venia entre sones de campanilleros trasnoschadores para realizar la última estación de la Aurora que nos llevaría hasta la Vera-Cruz... Esta vez, el camino tantas veces repetido lo realicé a la inversa...

Dulcecitos y finos licores aderezaban los cantos por Ti creados, y con el último movimiento de muñeca que hizo a las campanillas sumirse en el silencio hasta el año que viene, subí hasta tu camarín para esperar tu llegada desde los cielos y tu bajada hasta las "otras" escaleritas de El Llano...

Y contemplándote, anonadada por tu espectacular belleza, llegaste hasta el altar acompañada de la Corte Celestial. Y... mientras terminabas de acicalarte tras ese viaje que un año más te ha traído hasta tu Rute... nos dieron las 6 de la mañana.

Ya comenzaba a alborear el día, y aunque se notaba el cansancio, no podía dormir, pues ni podía creer que no hubiera vivido un sueño mientras te veía llegar tan hermosa, ni podía terminar de asimilar que, ahora, sí, nuestro corazón quedará en un estado latente de emoción y espera...

Pero así ha sido. Hoy he podido observar y asimilar que esta historia de amor tan cíclica y hermosa, termina para que precisamente pueda volver a empezar.

Tal vez, ahí radique el secreto de nuestro amor por Ti...