sábado, 27 de diciembre de 2008

Las primeras lágrimas del Pregonero Carmelitano

De nuevo, una respuesta me vuelve a dejar sin palabras.

Francis, vecino, amigo, compañero... Gracias por tenerme presente en tus plegarias (sea la advocación que sea ante la que las haces), por pedir también para mí luz y fuerza. Sabes más que de sobra que tú también lo estás en las mías.

Gracias por ser mi compañero de viaje, de camino, de paseo, de peregrinación...

Y gracias por esa frase tan genial, que cada día ronda mi cabeza en algún momento (¡¡¡NUNCA LA OLVIDES!!!): "Los ojos en María, las manos al papel"

Querida Pregonera, amiga y compañera:

Hace tanto tiempo de tu entrada que casi me da vergüenza responder yo tan tarde. Sin embargo me es imposible no hacerlo y darte mil veces las GRACIAS por ese artículo tan lleno de emoción que arrancó en mí y en los míos las primeras lágrimas por estar en el cargo.

Tú mejor que nadie sabes lo importante de su cometido, el peso que conlleva. Como dices (yo también los contaba cada día) fueron 16 escalones los que nos separaron durante toda nuestra vida. La escritura nos unió y hoy es la devoción, el fervor y la pasión por María la que nos une. Y digo une, porque nunca dos pregoneros ruteños estuvieron tan cerca.

En nuestra última conversación descubrimos muchas cosas de esa cercanía que a veces roza un irónico paralelismo. En las próximas, porque nos quedan algunas, nos contaremos más: sonrisas y lágrimas. Creo que eso también nos une.

Inma, compañera de camino, peregrina pregonera, que en tu romería, cuyo destino tendrá, estoy seguro, bellísimo y digno resultado, la Virgen te acompañe. De mi paseo tranquilo, junto a ti, puedes estar segura.
Sólo podemos aspirar a aquello que cantaba la Jurado en una preciosa canción dedicada a la Virgen del Rocío: “Dame tu mano, que no me caiga”. Cada vez que visito a María en su santuario (sea cual sea su ermita) le digo lo mismo: Madre, dame tu mano, que no me caiga. Y si lo hago, ayúdame a levantar. Siempre las mismas palabras a las que ahora sumo: Y acuérdate de los pregones de este año, Madre: alúmbranos; danos un resquicio de luz en la oscuridad del mundo para cantarte.

Porque siento tu pregón tan hermano al mío, como yo me siento cercano a ti.

De nuevo y siempre, mil Gracias por tus palabras que dan un abrazo sin manos y un empujón necesario.

Espero el próximo café pronto. Antes de que se me olvide este último.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Felicitación


Con permiso de la Real Cofradia de María Santísima de la Cabeza Coronada de Rute, os muestro la preciosa felicitación que su Junta de Gobierno ha creado para esta Navidad 2008.

He de reconocer que me ha gustado muchísimo. Me parece tierna, dulce, cálida, agradable en lo que a la estética se refiere. Y sobre su contenido... Un mensaje realmente hermoso, que está destinado a remover conciencias y que invita a realizar un análisis introspectivo en un ataque de sinceridad y humildad con nosotros mismos.

Aprendamos a estar alegres, a comprender, a compartir, a amar... a TODOS.

Misa del Gallo

"HOY NOS HA NACIDO UN SALVADOR: EL MESÍAS, EL SEÑOR.

Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre.

Proclamad día tras día su victoria, contad a los pueblos su gloria,sus maravillas a todas las naciones

Alégrese el cielo, goce la tierra,retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque.

Delante del Señor que ya llega, ya llega a regir la tierra. Él juzgará el orbe con justicia y a los pueblos con su verdad".

Salmo 95

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Otro Cuento de Navidad...

Iba a acercarme a comprar unas cosillas de última hora, cuando me encuentro al buen compañero y mejor profesional de la fotografía Paco Cazalla, iliturgitano de nacimiento y orgulloso de su tierra, como no puede ser de otra forma.
Me comenta que aunque hoy no se hace periódico (el 24 es uno de los tres días del año en los que eso ocurre), él está de guardia, y que el Redactor Jefe de Local le ha llamado para decirle que un indigente ha muerto en las cercanías del Puente de San Bernardo. Me cuenta cómo le ha marcado el ver el colchón del fallecido en la calle, con los guantes del forense aún allí, y junto a él, el de su compañero, un hombre afeitado, aparente, cordial y destrozado por la muerte de su amigo. Francisco, que así se llamaba el desaparecido, le había enseñado a vivir "en esta vida". Francisco, divorciado y no muy mayor, habló anoche por teléfono con su hija para felicitarle las fiestas. Él ha muerto como nació Jesús, en una noche fría de finales del mes de diciembre y resguardado entre cartones en vez de en paja y en los soportales de un antiguo mercado de abastos en vez de en un pesebre.

A Cazalla se le entrecorta la voz cuando me cuenta cómo las lágrimas del compañero resbalaban por su mejilla fría y cortada por las durezas del invierno y al decirme "¿Sabes? Otros indigentes se acercaron a darle el pésame, tengo fotos en las que uno de ellos le secaba las lágrimas... Eso es un verdadero Cuento de Navidad, no el del pavo y el cordero de esta noche..." Ahí queda eso.

Os deseo una Feliz Nochebuena, nosotros que podremos disfrutarla bien. Pero no olvidéis a esa otra gente que no tendrá una noche tan buena ni vivirá un bello Cuento de Navidad.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Esperanza Nuestra

18 de Diciembre. Día de Nuestra Señora de la Esperanza.

Perdonen los más ortodoxos, pero tengo que dedicar esta entrada a la Esperanza.

Despunta ya el día 19 cuando me encuentro ante el ordenador con los dedos y el alma llenos de sentimientos y palabras que me gustaría reflejar. Hoy, seré un poquito más sevillana que ruteña, en este corazón "partío" que no puedo evitar tener.

Decir ESPERANZA en Sevilla es pasar por el Arco de la Macarena, cruzar el Puente de Triana, andurrear por el centro buscando la sanación por la mediación santa de la Divina Enfermera, ir a la Ronda de Capuchinos a ver a la Trinidad, llegar a San Roque para llenarte de Gracia y Esperanza, pasear por la calle Castilla en busca de una O más llena de laudes que nunca...
Pero, lo siento. Hoy me quedo con Ella. Una vez más, y tal como viene ocurriendo de forma impertérrita desde que me tuve que "exiliar" a Sevilla, mi Esperanza se llama MACARENA. Por casualidad, me llevaste hasta tu Arco un mes después de pisar tierras hispalenses, y desde entonces, nunca he vivido lo suficientemente lejos como para no poder ir andando a verte.

Tras haber cumplido ya ocho años de destierro en este lugar que amablemente me acoge, hoy he sido, por vez primera, y a todos los efectos, un "Centinela macareno".

Yo no aspiro a mejor cosa
tras esta noche junto a Ti
que veles siempre por mí
como una Madre amorosa.
Qué hora más maravillosa
la del turno de esta vela,
puente, antesala y escuela
de tu reino de Esperanza
donde la gloria se alcanza
con mi fe de centinela.

Joaquín Caro Romero

Durante tres días, la Esperanza Macarena está en besamanos con motivo de su onomástica. Sí, tres días. Para no dejar sola a la Esperanza, se organizan vigilias, "Turnos de vela" cada una de las madrugadas que transcurren entre las tres jornadas de acercamiento infinito a su pueblo. Para ser centinela macareno, tal y como describe en su poema Joaquín Caro Romero, has de ser presentado por un hermano y ser aceptado para poder compartir alrededor de unas cinco horas junto a la Señora de Sevilla. Por casualidades de la vida, has querido que en este extraño año de 2008, haya podido estar contigo en una madrugada mágica.
Tal y como si de la auténtica Madrugá se tratara, esa que transcurre entre el Jueves y el Viernes Santo, unos minutitos antes de las 12 de la noche estaba en la puerta de tu Basílica. Mucha gente de diversas edades aguardaba la apertura de la Casa de Hermandad para cumplir rigurosamente con su Turno de Vela.
Tuve la suerte de ser de las primeras en entrar y poder verte. El inmenso recinto de techos casi inacabables, totalmente a oscuras, con un potente foco que iluminaba tu silueta divina y un órgano tocado magistralmente me recibían antes de que mis ojos se paralizaran ante tanta belleza, magia y misterio.
Rezo del rosario, meditaciones, charlas, aperturas de corazones, sonrisas, ojos embelasados, lágrimas, abrazos, soledad y un café bien cargado a las 3 de la madrugada para sobrellevar un poco mejor esta mágica noche.

Ha sido una experiencia maravillosa, indescriptible si no se ha vivido, y por supuesto, realmente inexplicable. Ante tus plantas, hemos dejado algunos claveles siempre blancos y miles, o quizás millones, de deseos de Esperanza, de gritos siempre callados y agradecidos, de peticiones para que las traslades a tu Hijo Redentor.

Eso sí, Esperanza Mía, Esperanza Nuestra. Gracias por ese guiño que me hiciste, esa pequeña luz que por un momento brilló dentro de tu camarín vacío. En el arco que a diario te flanquea y desde el que habitualmente nos recibes, allí está Ella también, mi Virgen de la Cabeza, junto al resto de advocaciones más devocionales de España y Sudamérica.
Puede que poco a poco, con el paso del tiempo y el transcurrir de mi vida, vaya comprendiendo por qué Tú también te abriste un hueco en mi corazón, Esperanza Macarena. Y es que, desde tu cámara divina, mi Aceituna Bendita te mira cada día a los ojos y te pide que, también a nosotros, a los que no nacimos en la Ciudad del Azahar, nos cuides, nos mimes y nos bendigas, ayudándonos así a sobrellevar mejor el hecho de no poder reflejarnos cada día en los ojos de la que para nosotros es nuestra Reina.

DIOS TE SALVE, REINA Y MADRE DE MISERICORIA.

VIDA, DULZURA Y...

ESPERANZA NUESTRA

domingo, 14 de diciembre de 2008

¡¡El blog cumple dos meses y supera las 1.500 visitas!! (¡Faltan 139 días!)

Dos meses cumple hoy este blog, este pequeño rinconcito cibernético que destila palabras, sentimientos y amor a Nuestra Morenita Divina.
Repetiré, por enésima vez, que se han superado ampliamente mis expectativas. No esperaba tantas visitas, tantas palabras hermosas, tantas colaboraciones... GRACIAS una vez más.
Como la Navidad se acerca, para celebrar estos 60 días que llevamos compartiendo tantas cosas, os dejo un relato precioso escrito por el gran amigo Pablo Mondéjar, iliturgitano de pro y andero de la Reina de Sierra de Morena. Esta bella historia, que pudo pasar en cualquier lugar de nuestra geografía, lleva por título La historia de una medalla. Cuento de Navidad Espero que os guste.

…Y después de muchas vicisitudes, Francisco llegó a una vieja casa, cansado y demacrado por tantos días de camino, de persecución por el monte, escondiéndose de si mismo con tal de no ser descubierto. No sabía a donde ir, no hacía más que pensar en su destino, no quería correr la suerte que habían tenido otros de sus compañeros, la situación era más que desesperada y al ver la casa, aunque temeroso, se dispuso a llamar a la puerta.

-“¿Quién llama a éstas horas de la noche?" una voz firme se escuchó desde el interior.
- “Pido posada para ésta noche señor, tengo dinero para pagarla" respondió Francisco.
- “Esto no es una posada" volvió a decir el dueño de la casa abriendo de sopetón la puerta, "¿Qué es lo que viene a buscar aquí?”
- “Tan sólo busco un lecho donde poder descansar ésta noche señor, llevo caminando muchos días y estoy enfermo, no podré seguir andando sino descanso un poco.”
- “Bien. En ese caso" respondió el dueño al observarlo detenidamente y ver que no se trataba de una persona del entorno, "puede pasar la noche, aunque a primera hora de la mañana se tendrá que marchar”, sentenció.

Francisco entró en la casa, cenó un plato de sopa caliente que le supo a gloria y unas naranjas, y pronto se dispuso a descansar en el pajar que había adosado al lugar y en donde el dueño tenía a sus animales. Pronto cayó agotado por el cansancio, de tal forma que no escucho llegar a la pareja de guardias civiles que todas las noches pasaban ronda por las casas de alrededor llamando puerta por puerta.

-“Buenas noches, Pedro. ¿Cómo va la cosa hoy?”
-“Bien, señor; tan sólo un forastero que ha llamado hace una hora, y le he dado posada esta noche. Parece no tener mala pinta, aunque no me fio, la verdad. Puede que sea uno de esos maquis que rondan por el monte, ustedes dirán mejor que yo, está ahí en el pajar.”

Al observarlo, el guardia cayó en la cuenta de que unas horas antes había perseguido a un tipo por el monte disparándole. Éste en cuestión había escapado, pero en su huida había dejado olvidada una medallita de plata partida por la mitad verticalmente y en forma de corazón que representaba la imagen de una mujer.

Francisco, que no se percató de la presencia de la pareja, no pudo hacer nada por huir y cuando éstos lo despertaron, le obligaron a identificarse. Aante la negativa, seguramente por la sorpresa, recibió un golpe en la cara con la culata de la escopeta que le rompió el pómulo.

-“¡Identifíquese he dicho!... ¡Identifíquese!”. Le volvieron a zarandear y, de repente, y debido al forcejeo, asomó por el pecho de Francisco una medalla semejante a la que el guardia civil tenia en su cartera. Era la otra mitad… Francisco, en el monte, la había partido. Su pueblo quedaba distante pero tenia la esperanza de darle una parte de la misma a su mujer como muestra de amor y fidelidad a ella en los momentos difíciles.
-“Dejémoslo, no hace falta que diga nada más. Es el rojazo al que he disparado esta tarde y se me ha escapado. La medallita te delata, ¿a que sí?”, sonreía con tono irónico el guardia civil.

Lo sacaron de la casa a golpes y en mitad del camino lo bajaron del coche.Allí mismo lo ejecutaron sin mediar palabra alguna, dejándolo en la cuneta como a un perro y, de paso, entre risas, uno de los guardias le tiró la medalla a su cuerpo, ya muerto, exclamando:

-¡Tu mujer se tendrá que buscar a otro! Ja, ja, ja".

Años más tarde, en vísperas de Nochebuena, Juan se dirigía en la noche por el camino hasta la ermita. Tenía esa extraña tradición de ir a ver a la Virgen antes de la víspera del Feliz Alumbramiento de María, y con él siempre iba la fotografía de su madre de joven, muy guapa, fallecida ya anciana hacía unos años.

Siempre recordaba como su madre, cuando era pequeño, le contaba de su padre que fue hombre honrado y generoso, y valiente soldado que combatió en la guerra, pero nunca se había sabido más de él. Tan sólo que un día, y tras la toma del pueblo por parte de los nacionales, había desaparecido como si la tierra se hubiera encargado de tragárselo.

Llegó a la ermita amaneciendo el día 24 y el sacristán al verlo, extrañado, le preguntó:

-“¿Qué hace usted por aquí buen hombre, con el frío que hace?”, sonriéndose.
-“Si le soy sincero, vengo todos los años la misma víspera. No sé por qué, pero parece que la Virgen me da un impulso para hacerlo siempre en esta noche para luego amanecer aquí bajo sus plantas… curioso ¿verdad?”, sentenció Juan.
-“Pues sí, ¿para qué engañarnos? Pase usted, que va a tener el privilegio de ser el primer peregrino que la vea hoy, en este día tan señalado. Si necesita algo, estoy en la sacristía ¿de acuerdo?” dijo el sacristán.
-“Muchas gracias, señor” respondió Juan.

Orando ante la Virgen, de repente Juan observó boquiabierto que del pecho de la Señora prendía una medalla vieja de plata partida por la mitad verticalmente en forma de corazón, con la imagen de una mujer.

Tembloroso, cogió la fotografía de su madre de joven y pudo observar que a ella le prendía de su pecho esa misma medalla. Sí, estaba seguro, era ella misma… la imagen misma de su madre.

Corriendo y con lágrimas en los ojos, salió en busca del sacristán:
- “¡¡ Señor, por favor, señor!! ¿Desde cuando tiene la Virgen esa medalla colgada en el pecho?”, preguntaba Juan llorando.
- “Pues que yo sepa desde siempre, aunque ahora a bote pronto no sabría decirle”, añadió el hombre extrañado ante aquella actitud.
-“¡¡Es la imagen de mi madre señor!! Según ella, mi padre la llevaba consigo cuando combatió en la guerra!!”, añadió Juan sin poder reprimir tanta emoción.

Francisco había fallecido en la madrugada del 23 al 24 de diciembre del frío año de 1946, a tres kilómetros de la ermita de la Virgen, de la cual era muy devoto. Y ahora Juan, sorprendido, oraba ante Ella. Y de paso, se reencontraba con sus padres.

Feliz Navidad a todos.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

"La mirada en María, las manos al papel"

A mi querido Pregonero Carmelitano 2009

FRANCISCO DAVID RUIZ CABALLERO

Una vez más la vida me sorprende, y me pone como maravilloso compañero de Pregón a un chico joven. Pero no a cualquier chico joven, sino a Francis, mi vecino desde siempre. Entre su casa y la mía, hemos sido, durante muchos años, el torbellino que, día sí, día también, volvía locos al resto de los vecinos, más avanzados de edad.

22 años tendrá cumplidos Francis, el Pregonero de Nuestra Señora del Carmen del año 2009, cuando suba al altar de Santa Catalina y se postre, con su inmensa y hermosa ofrenda de palabras maravillosas, ante los pies del Carmelo, para deleitar a María Santísima y a todos cuantos estemos presentes en ese Pregón Carmelitano.
Francis es estudiante de Filología Hispánica en la Universidad de Granada. Ahora mismo, está lleno de ilusión y de nervios por todo lo que implica este gran nombramiento, y también siente, como es lógico, esa pizquita de desesperanza y de desasosiego que crea en las personas jóvenes el tener tanta responsabilidad en sus manos. ¡¡No imaginas cuanto te comprendo, amigo!!
Yo recuerdo perfectamente cuando Francis nació, ya que cinco años de edad y tan sólo 16 escaleras (las que van de la planta de mi piso a la del suyo) nos separan. Nos hemos criado juntos, siempre cruzándonos y bromeando cuando nos encontrábamos al entrar o salir de casa. Tal vez, hasta hace unos pocos días, nunca nos habíamos sentado juntos a tomar un café, pero sí que hemos compartido pequeñas ilusiones, porque los dos éramos sabedores de nuestras aficiones similares.

Gracias Francis por haber seguido y apoyado cada uno de mis pasos, por tu comentario amable cada vez que leías algún artículo mío, por compartir conmigo proyectos, planes, futuro... Gracias también por hacer de mí, en cierta forma, un cayado fuerte y robusto en el que apoyarte. Estaré ahí cada vez que lo necesites.

Ahora sabes que no estás solo en el camino, y que no lo estarías aunque yo no hubiera sido Pregonera de La Morenita en el mismo año en el que tú serás megáfono de los sentimientos más carmelitanos.

Sé seguro que tu Pregón será sencillo y elaborado a la vez, con tintes de poesía espectacularmente bien hecha que asombran por su maestría y facilidad emocionante, tocarás el alma y el corazón de todos y cada uno de los que somos y nos sentimos ruteños... O al menos, al igual que yo, intentarás hacerlo.
Que no te amedrente el miedo, las expectativas puestas en ti, la gran responsabilidad que tienes. Sigue siempre firme en tu camino, y tal y como tú una vez escribiste, "LA MIRADA EN MARÍA, LAS MANOS AL PAPEL". Los dos sabemos de sobra que María Santísima de la Sangre, nuestra Madre más cercana, la que cada día nos ha visto crecer un poquito, nos amparará y ayudará. No hemos de temer nada en absoluto.

Mi más sincera enhorabuena, PREGONERO CARMELITANO.

martes, 2 de diciembre de 2008

María, siempre Milagrosa e Inmaculada

Diciembre es uno de los meses más marianos por excelencia.

Ya en las vísperas del comienzo de los últimos 30 días del año, el 27 de noviembre, María se nos presenta Milagrosa, entregando en su aparición una Medalla, escudo fiel y amuleto afortunado de todo aquel que la lleve siempre consigo.

En la ermita ruteña de la Vera+Cruz, anualmente se le rinde homenaje a la Medalla Milagrosa. Este año, como es tradicional, la imagen salió de su habitual hornacina para presidir el altar de la ermita, siempre rodeada de una mandorla de luces, iluminada. Un solemne triduo y una Función religiosa, con Besamedalla incluido, fueron los actos principales de la celebración.


En poco menos de una semana, el 8 de diciembre, celebraremos la Inmaculada Concepción de María. Ya desde el vientre de su madre, Santa Ana, María era pura, pues nació sin el Pecado Original al que todos los mortales fuimos condenados desde la expulsión de Eva y Adán del Paraíso y que se redime con el Bautismo.



Tan alto misterio también tiene representación en la casa de La Morenita. Un pequeño y austero camarín a la derecha de la íntima habitación de la Reina de Rute acoge durante todo el año a una hermosa efigie de la Inmaculada Concepción.

Durante estos primeros días del mes de diciembre, también sale de su ubicación habitual para que se le rinda culto en los días previos a su onomástica. Después habrá de llegar el día de Nuestra Señora de la Esperanza (18 de diciembre), la llegada a Belén, el santo Parto y Nacimiento de Jesús... Pero esos son ya otros cantares.

Son celebraciones, las de la Milagrosa y la Inmaculada, que aunque no especialmente multitudinarias e importantes en nuestro pueblo, sí que existen, como una de tantas muestras latentes del infinito Amor que María nos da y que debe ser, en todos los sentidos, recíproco. Al fin y al cabo, María, siempre María, cualquiera que sea su advocación, como intermediaria y abogada nuestra... y desde siempre y por siempre...


SINE LABE CONCEPTA