¿Qué tienen tus ojos, Madre?
¿Por qué cuando ellos me miran, mis negras noches se deshacen?
¡Qué daría yo por verte,
por mirarme en esos lagos
que hablan de azul y nieve
¿Qué tienen tus ojos, Madre?
Estos hermosos versos los dedicó a Nuestra Morenita la Pregonera de las fiestas del año 1999, Sor Rosa María Palomino.
Tres años después, en 2002, Ana Victoria Molina se convertía en la cuarta mujer en pregonar las glorias y maravillas de María Santísima de la Cabeza.
Me gustaría dedicarles esta entrada a ambas, a mis antecesoras femeninas en el cargo. Las dos son mujeres de bandera y renombre en nuestro pueblo, y están unidas a mi educación cristiana de forma irremediable. Nunca faltaba el saludo semanal al salir de la misa de 12 de Sor Rosa María, y Ana Victoria... Ana Victoria fue mi profesora de religión en el colegio y también mi catequista, además de ser Hermana Mayora en el año en el que su propia hija María del Mar fue Reina Infantil y una servidora formaba parte de su corte de honor, allá por el año 1988...
"Seño" Ana Victoria, ya se lo dije en persona... "Es un gran honor para mí ser la siguiente mujer después de usted en pregonar a la Virgen de la Cabeza". Sus ojos se abrieron como platos y me pidió que repitiera mis palabras, y entonces, al confirmar lo que le había parecido escuchar, me dio un gran abrazo... Gracias por todos esos consejos, por compartir su experiencia como pregonera conmigo, por dejarme el texto que usted le ofreción con tanto amor...
Sor Rosa María... ¿qué decirle? Bendita sea por siempre la pluma con la que Dios le bendijo. Gracias por transferirme esa calma, ese sosiego y esa fuerza mercedarias que le caracterizan. Gracias por abrir las puertas de su casa y de su corazón para mí...
Me siento realmente orgullosa de ser la quinta mujer que subirá a ese bendito atril y que será en este año La voz de los corazones ruteños. Pero más orgullosa me siento aún de tener a unas antecesoras y mentoras como vosotras. Gracias, de todo corazón...
