"Ya amanece por la sierra y entre verdes romerales se despierta la mañana. El aire huele a cantares... Desde Sierra Morena, a los pies de La Morenita, te añora tu amiga, Mari Carmen" 8:38. 27 - Abr - 2008.
Este mensaje lo recibí en mi teléfono móvil el último domingo de abril de este año 2008. Yo estaba en Sevilla, pues trabajaba el fin de semana, pero lo tenía todo preparado (mi medalla al cuello y la televisión puesta esperando conexión directa con Andújar) y ya andaba por casa, canturreando e imaginando qué estaría haciendo si en esos momentos pudiera estar en ese bendito Cerro del Cabezo.
Este mensaje me cortó la respiración, porque sabía que de verdad, ella, Mari Carmen, me estaba echando de menos en ese viaje inesperado hasta las plantas de la Reina de Sierra Morena, y entonces, me di cuenta de que mi amiga, y lo puedo escribir con mayúsculas, AMIGA, Mari Carmen, era un ángel que Dios y María Santísima habían puesto en mi vida.
Tal y como dice una inteligente frase, las buenas amistades, se improvisan, y así ocurrió en este caso. Mari Carmen ha estado en muchísimos malos momentos junto a mí, apoyándome y dejando que me apoyara en ella, y como buena amiga, al igual que no tuve que hacerlo en los malos momentos, tampoco he necesitado llamarla para que disfrute junto a mí de los buenos.
Muchas han sido nuestras conversaciones sobre La Morenita, entre ella y yo, así, porque sí, porque el corazón nos lo pedía, una y otra vez nos hemos repetido historias, anécdotas, sentimientos que ya nos habíamos contado en muchas ocasiones anteriores, pero que nunca nos cansamos de contar ni de escuchar.
Sé que ella está viviendo y compartiendo al máximo conmigo este gran honor que me ha sido otorgado, el de ser pregonera. Porque si de por sí ya las dos disfrutábamos con nuestra Virgen de la Cabeza, este año mucho más. El pasado martes, Mari Carmen me hizo un regalo muy especial, así porque sí, otra vez.
Envuelto primorosamente en un bello papel de regalo, me dio ilusionada lo que, por su forma, aparentaba ser un libro. Primero me entregó un pequeño sobrecito, que contenía una llave. Al abrir mi regalo, encontré un precioso Diario con una foto en blanco y negro de la Virgen de la Cabeza en la portada. En su lateral derecho, había un pequeño candadito, que pude abrir con la llave que anteriormente me había dado. Y al abrirlo, otra bella estampa de Nuestra Morenita me recibía de esta forma:
Abracé emocionada a mi amiga, y las dos nos fundimos en una risa nerviosa que quiere decir tantas cosas, que, al final, termina siendo silenciosa. "Pero sigue leyendo, Inma", me dijo más ilusionada aún. Y una grandísima sorpresa me esperaba en el interior de ese "Diario de una pregonera". Esto fue lo que encontré:
Por todos los pueblos de Andalucía hay leyendas que han sido contadas de padres a hijos durante muchas generaciones.
Al pie de la sierra de El Hacho de Rute, donde se encuentran las primeras casas, cuando la piedra caliza era un medio de vida, cuenta el pueblo que unos caleros encontraron en el patio de su humilde casa la imagen de Nuestra Señora María Santísima de la Cabeza. Como un regalo divino, fue trasladada a un convento franciscano situado en la plaza que hoy lleva el nombre de esta imagen. Dicho acontecimiento, imposible de datar en el tiempo, ocurrió en los Cortijuelos, donde La Morenita tiene su cuna y su hogar en cada corazón ruteño que la venera día a día.
En el siglo XX, en la década de los 50, (aproximadamente en los dos primeros años) un grupo de misioneros llegó a Rute con el objetivo de aumentar la fe cristiana de los ruteños. Como el pueblo ha tenido una gran devoción a Nuestra Madre María Santísima de la Cabeza, fue trasladada en procesión a una casa de la calle Cortijuelos para orarle durante toda una noche.
En días sucesivos, cuando fueron construidas las escaleras del Paseo del Fresno, los misioneros trasladaron el altar a la subida de las mismas, donde se celebró una Eucaristía en honor a Nuestra Excelsa Reina Celestial. Todos los niños huérfanos de madre fueron testigos directos de la ceremonia subidos en la escalera del Fresno.
Mis ojos se inundan de lágrimas y por mi cuerpo recorre un escalofrío al oir esta historia de labios de mi madre y observarla emocionada, porque ella era una de esos niños huérfanos que subieron a la escalera para la misa de aquel día.
Como tradición ruteña, se baila rezando a nuestra Morenita en los Cortijuelos.
Cada 'cabezón' ruteño da gracias cada año por verla pasear por las diferentes calles de nuestro Barrio Alto y mis mejores recuerdos están siempre relacionados con las fiestas en su honor.
Si hay en Rute una 'cabezona' por excelencia, peregrina a Sierra Morena, que le reza ya quiere con toda su alma cada día del año, en cualquier lugar que se encuentre, esa es nuestra Pregonera 2009, Inmaculada Ramírez Pérez.
Con todo el cariño de tu amiga 'cabezona' Mª Carmen Corona Campos. Rute, 25 de Noviembre 2008.
Estas historias, la de la Virgen aparecida en un patio de los Cortijuelos, la de una noche entera de vigilia, la de una misa en campaña... eran pequeños retazos de los que ya en alguna ocasión habíamos hablado. Mari Carmen estuvo hablando con sus padres, Carmen y Juan, con sus tías Patro, Juana, Matilde y Rosa, con sus primos y hermanos... y ha conseguido componer de forma muy aproximada cómo sucedió todo. La verdad es que nunca hubiera imaginado que la historia terminara así: su madre llevaba huérfana tan sólo unos meses cuando todo eso de lo que tantas veces habíamos hablado ocurrió. Y ni ella ni yo sabíamos que su madre, un día de mayo, con unos pocos años de vida, escuchó misa sentada en los escalones del Fresno bajo la bendición de la Virgen de la Cabeza.
Hoy te siento más cerca que nunca, Mari Carmen, hoy sé, gracias a ti y a tu madre, el dolor que podía suponer ser huérfana desde pequeña, hoy he podido comprobar, una vez más, que la Virgen de la Cabeza "calma el dolor, la pena y la tristeza", tal y como cantamos en su Himno Grande.
Muchas gracias, amiga mía. Y gracias a Ti, Morenita Nuestra, por haber puesto en mi vida un ángel llamado Mari Carmen.